dijous, 31 de març del 2011

Quemar las naves - Mario Benedetti


El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves

pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración

y no sólo eso
también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos de el pardo
y otros materiales inflamables

el día o la noche en que por fin lleguemos
habrá sin duda que quemar las naves
así nadie tendrá riesgo ni tentación de volver

es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra
ya que será abolida para siempre
la libertad de preferir lo injusto
y en ese sólo aspecto
seremos más sectarios que dios padre

no obstante como nadie podrá negar
que aquel mundo arduamente derrotado
tuvo alguna vez rasgos dignos de mención

por no decir notables
habrá de todos modos un museo de nostalgias
donde se mostrará a las nuevas generaciones
cómo eran
parís
el whisky
claudia cardinale.

dimecres, 23 de març del 2011

És primavera.

A poc a poc
la solitud,
la tristesa,
la por,
la mort
han fugit.

Ara només resta
el buit,
la calma,
el temps per esperar...



Esperar què?

Esperar el demà.
Esperar l'avui.

Esperar.

I viure?
Viure no és esperar.


La vida... La vida serà.

Ara és vida en potència.

Esperar.

Demà ho serà en acte.

dimarts, 1 de març del 2011

De tant que l'estimava
em va matar.

No vaig poder suportar
el pes
de la seua absència.

L'amor
no és bonic.

Em va matar.

Els dies varen perdre
el sentit
la il·lusió.

Només morir.

De tant que l'estimava
em va matar.